sábado, 5 de octubre de 2013

Batacazo

Dejé que el aire me columpiara, me fié de él y me olvidé de lo inestable que es...


Todo se esfumó en un simple suspiro. Y los recuerdos que no fueron pesan más que la carga de no poder avanzar.




Fui veleta del tiempo y me relajé. Pensé que el viento era mi aliado, pero cuando quise seguir por mi propia ruta, hacia mi destino soñado; comprobé que es caprichoso y si no le sigues la corriente, es una fuerza tremenda que puede hacerte parar y derrumbarte en un solo segundo.



Tras el bacatazo contra el suelo de realidades que me negaba a asumir porque no quería que estuvieran escritas en mi camino... Lloré y con toda mi alma grité: 

¿Y ahora qué?

No hay comentarios:

Publicar un comentario