lunes, 17 de febrero de 2014

Nada

El aire se carga de energías que no tienen nada que ver con la mía.



Vacíos. Puede que la respuesta esté en cada vacío. Pero las vivencias de los demás siguen hacia adelante, creando los sueños que soñé ayer. Viviendo lo que un día quise para mí.

Y me quejo pero no avanzo. Pero mis pies están estancados. El viento va contra mía y miles de ridiculas ilusiones se ríen por mis inútiles esfuerzos.

Y luego desvarío y mis estados de animos descarrilan y mi mente sigue un vaivén de incongruencias. ¿Cómo iba a ser distinto si mi día a día no deja otras opciones?

La locura no es pasajera, hace tiempo que se inyectó en mi mente.. haciéndome menos yo, haciéndome perder el control sobre todo.

¿Alguna solución?
Supongo que muchas, pero ninguna que yo pueda dar, que me sirva a lo que soy yo hoy, a lo que puedo ofrecer.


Pero lo bueno de esta locura, es que no tengo miedo de lanzarme al vacio. Ya estoy perdida. Ya estoy casi acabada.


Supongo que seguiré desvariando en escritos hasta que mis manos no puedan reaccionar, porque mi alma ha decidido de una vez, dejar todo esto atrás. Porque es normal que se canse. Todo tiene sus límites y mi inutilidad hace tiempo que los sobrepasó.

Te construiría un castillo de cristal, alma mía. Mejores que en los sueños que te prometo.


Quizás mi problema esté en ver todo lo negativo, en quejarme de los mismo pero de diferente forma. En  confundir los sueños con posibles realidades.
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Quizás es que soy solo un alma más.. que no aprecia lo especial que es porque no consigue destacar. ¿Y qué sabre yo de especialidades? ¿y qué sabrán los demás también?




¡Nada!
(o te ahogas)

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